Mario, hoy nos despedimos de ti con el corazón lleno de tristeza y gratitud. Tu partida el 9 de enero nos dejó un gran vacío, pero también nos deja el recuerdo imborrable de tu amabilidad y generosidad. Siempre fuiste una persona atenta y dispuesta a ayudar a los demás, ofreciendo tu apoyo incondicional a quienes te rodeaban.
D.E.P